#021 el pueblo nubio, milenios en lucha
esta comunidad originaria del valle del nilo resiste a través de la lengua y la cultura para regresar a su hogar ancestral.
¡Marhaba1! ¿Qué tal estáis? Hoy os llevamos de viaje con nosotras. Esta primavera /zaura/ tuvo el placer de relajarse durante un par de días en una isla paradisiaca a orillas del Nilo. Pero, como la revolución está en todas partes, nos topamos allí con una resistencia milenaria sobre la que os hablaremos hoy. Así, podemos aprender juntas sobre un pueblo que lleva décadas en lucha por su tierra.
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En medio del segundo río más largo del mundo, hay una isla paraíso. Los locales de colorines que enmarcan el contorno de la tierra esconden la calma propia de aquellos lugares distintos, de algunos rincones aún vírgenes. Tras dejar atrás la bulliciosa ciudad egipcia de Asuán, la pequeña embarcación lleva a turistas y locales en apenas cinco minutos a este remanso silencioso y rural. La reducida distancia al continente engaña. Entre sus callejuelas de arena y sus verdes campos con vistas al desierto, habita un pueblo nacido junto a la civilización. En la isla Elefantina, bañada por las aguas del Nilo, vive y resiste el pueblo nubio.
Originadas a partir de las primeras habitantes de la zona central del valle del Nilo, una de las primeras cunas de la civilización, las nubias son indígenas africanas del actual Sudán y sur de Egipto. Tienen su propio alfabeto para hablar varias lenguas nubias. Pero cada vez son menos las hablantes de este idioma, ya que el pueblo nubio ha sufrido grandes desplazamientos. En los 1960, gran parte de la antigua Nubia fue destruida por la construcción de la presa alta de Asuán, que inundó la región aguas arriba de esta región sureña. Entre 50.000 y 130.000 personas se vieron obligadas a mudarse de pueblos antiguos, en su mayoría a El Cairo, Alejandría o alojamientos específicos construidos en el desierto, áreas donde se habla árabe.
No hay estadísticas sobre el total de nubias viviendo en Egipto. Las estimaciones oscilan entre 300.000 y 5 millones, repartidas por todo el país. Pese a su gran número, el nubio está en peligro. Ninguna escuela o universidad egipcia enseña nubio y las familias, tras el desplazamiento, deseaban que sus hijas hablaran árabe con fluidez. Muchas de estas jóvenes han crecido sin comprender su lengua materna, aunque la admiraban desde la ignorancia. Por eso, tratan de recuperarla y acercarla a las nuevas generaciones a través de canales de Youtube o aplicaciones digitales que buscan facilitar su aprendizaje.
Se ayudan, en gran parte, de la música nubia, ya que tanto los artistas nubios clásicos como los contemporáneos siguen siendo populares en el sur de Egipto, actuando en un estilo diferente de las canciones pop árabes por sus instrumentos y ritmos tradicionales. Pero su activismo va más allá de la lengua. Durante las protestas de la Primavera Árabe en el 2011, batallaron para conseguir que se incluyera en la constitución del 2014 el “derecho a regresar” de los nubios a las orillas del embalse de la presa. Pese a su histórica conquista, ha habido pocos avances en el tema en un Egipto marcado por la inestabilidad y la represión desde entonces.
Ese mismo 2014, el presidente egipcio Abdelfatá el Sisi designó parte del área alrededor del lago Nasser que las nubias consideran como el último vestigio de su hogar ancestral como zona militar restringida. Mientras la constitución les prometía un regreso, las autoridades les impedían poner un pie allí. La riqueza de su tierra las alejaba de ella. Sisi quiere destinarla al megaproyecto agrícola histórico del gobierno, que tiene como objetivo convertir 1,5 millones de feddans, más de 6.300 kilómetros cuadrados, de árido desierto en verdes tierras de cultivo. Busca “reducir la brecha alimentaria” e impulsar la economía en apuros de Egipto; casi el 11% del PIB depende de la agricultura.
Pero las nubias han visto como otros proyectos igualmente ambiciosos han fracasado y temen perder sus tierras por un desarrollo que podría ni siquiera llevarse a cabo. La persecución política y la falta de libertad de expresión que imperan en el país desde el golpe de Estado de Sisi impiden a este pueblo milenario organizarse para defender su tierra. Aún así, usan su cultura, su cocina, su lengua y sus tradiciones para mantenerse en pie. De esta forma, defienden su derecho a existir y a regresar a su hogar ancestral.
Si queréis conocer más sobre el pueblo nubio, aquí os dejamos algunos enlaces:
'Estamos perdiendo nuestra identidad': los jóvenes egipcios que luchan por salvar la antigua lengua nubia (The Guardian, en inglés)
Volver a escribir en nubio 500 años después (El País, en español)
Rescatando recetas nubias en Egipto al borde de la extinción (Middle East Eye , en inglés)
cantar la revolución.
Desde Estados Unidos, muchas artistas están recuperando sus sonidos ancestrales y creando géneros que cruzan fronteras. Es el caso de Alsarah y los Nubatones. Con su canción ‘Nuba Noutou’, han construído un himno nubio que pide la unificación del pueblo nubio después de su dispersión. Por eso, la interpretan en el antiguo dialecto nubio. Cantar en su lengua ancestral es importante para Alsarah porque “el dialecto y las lenguas se están perdiendo en mi generación, la música es realmente inaccesible para nosotras”. “No hay suficientes grabaciones ni bandas que la interpreten fuera de las áreas de Egipto y Sudán”, le dice a The World. También os dejamos el enlace a su Tiny Desk Concert que es fascinante, aunque la mayoría de canciones son en árabe.
ellas hacen la zaura.
Con su película, la directora Wahibah Saleh corrió el velo sobre un tema considerado tabú: los matrimonios de las mujeres nubias con no nubios. Por primera vez, el film de la inspectora arqueológica principal en Dahshur titulado ‘El choque entre las mujeres nubias y las tradiciones maritales’ ponía de manifiesto las batallas de las mujeres nubias con sus familias respecto al matrimonio con hombres fuera de su comunidad. Saleh lo vivió en su propia piel. “Parte de la herencia nubia se está derrumbando, con la desaparición del idioma, por lo que la sociedad está tratando de preservar su existencia a través de sus costumbres y tradiciones”, explica. Junto a otras mujeres nubias, están logrando desafiar las tradiciones maritales en Egipto.
manifiestos.
‘Aliades’, Txell Feixas Torras, Ara llibres.
La gent que s’arremanga perquè el mar deixi de ser un cementeri o una frontera invisible. Murs, murs, murs. Els murs mentals de les mateixes nenes i noies, els murs culturals dels familiars, els murs imposats per la comunitat i els murs físics de Xatila, a la vegada rodejats dels murs geogràfics que suposen també Beirut i el Líban.
Hoy os traemos una recomendación muy querida. Txell Feixas Torras vuelve a acercarnos a historias de mujeres valientes, esta vez, situadas en el histórico campo de refugiadas de Shatila en Beirut. Allí, el primer equipo de baloncesto femenino del Líbano une a sirias, libanesas y palestinas en una historia de superación, sororidad y pequeñas revoluciones.
plazas y avenidas.
El próximo 30 de junio a las 19 horas la autora de Aliades conversará con la fundadora de /zaura/ y periodista, Andrea López-Tomàs, en crisi (Floridablanca, 90). Hablarán de feminismo en Oriente Próximo, de periodismo y de las mujeres como agentes del cambio en ambas orillas de la Mediterránea. Si estáis en Barcelona, nos encantará conoceros.
Marhaba (مرحبا) significa hola en árabe.